En España hay muchísimos talleres y es cuestión de buscar un poco si queremos que nos arreglen cualquier desperfecto de nuestro coche, pero a veces encontrar el taller adecuado puede convertirse en toda una aventura.
Antes de nada, nos gustaría aclarar que existen dos grandes tipos de talleres por lo que podemos clasificarlos en talleres oficiales o independientes. Los talleres oficiales son los de la propia marca de nuestro coche. A su favor diremos, que conocen a la perfección (o deberían) los coches que comercializan.
Hace años todos los coches eran tecnológicamente similares, pero hoy en día la gran oferta del mercado hace que quizá un taller independiente no sepa ni por dónde empezar. Además, toda la maquinaria y herramientas con las que cuentan están adaptadas a la gama de la marca (eso puede ahorrarte horas de mano de obra, por lo que es interesante tenerlo en cuenta). Otro punto extra: que conocen sus coches mejor que nadie: si tu coche acaba de ponerse en venta, no te la juegues y llévalo a un servicio oficial. Y si tienes un coche híbrido o eléctrico, sus mecánicos habrán estudiado los correspondientes cursos sobre baterías y motores eléctricos.
Cada empresa concesionaria de coches tiene un taller que opera sólo con productos de la marca y está especializado en la reparación de los coches de la marca, por lo tanto es recomendable llevar nuestro coche al taller oficial, aunque muchas veces esto se puede salir del presupuesto. Por ello, la mayoría de personas acuden al taller independiente que ajeno a la marca del coche trabajará prácticamente de la misma forma.
Los talleres independientes pueden acceder a la información técnica necesaria para reparar cualquier coche. El consumidor tiene libertad para elegir taller sin perder el período de garantía del constructor (la mínima de un coche nuevo suele ser de dos años). Si el fabricante de nuestro coche te da una garantía superior a la legal, o regala el mantenimiento, no podrás acudir a talleres independientes, ya que no podrán ofrecerte esos mismos servicios.
Hablamos del servicio que se ofrece en los talleres y la calidad de los mismos. En España los talleres funcionan un poco con el “amiguismo”. Con este término nos referimos a que si eres amigo del mecánico del taller probablemente te cuente toda la verdad sobre lo que le pasa a tu coche (o no) y te haga una factura real arreglándote el siniestro de tu coche de la mejor posible. Este es más favorable de los casos y aquí no tendremos que preocuparnos de nada.
Pero el problema viene si no conocemos a nadie en el taller. Aprovechándose de nuestra ignorancia sobre mecánica y conocimientos sobre los arreglos del coche es probable que nos intenten hacer creer cuántas cosas estén deterioradas para ellos. Es decir, aunque todavía no sea necesario cambiar el aceite o regular los discos de freno, ellos te aconsejarán cambiarlo. ¿Para qué? Pues obviamente para cobrar más en la factura y ganar algo más dinero. Aunque eso sí, está claro y verificado que esto no ocurre siempre así y por suerte cada vez los casos están más aislados, aunque en España son bien conocidas este tipo de prácticas y nunca está de más avisar a los lectores.
Por ello, si tu coche ha sido siniestrado o padece cualquier tipo de problema mecánico, te aconsejamos buscar y pedir presupuesto en un par de talleres antes de contratar el arreglo en el primero que encuentres, ya que no comparar presupuestos y opiniones, puede hacer que te decantes por un servicio que no se ajuste totalmente a tus necesidades.